6 de junio de 2011

Putadas y amor, pereza y desvelo, lija y terciopelo.

Volver a caer, volver a sentir el mismo cosquilleo en la tripa. Volver a sentir, la misma situación, las mismas ganas. Todo es igual y todo ha cambiado. Tú sigues igual, yo soy distinta. Me duele, y eso no se nota.
A ti te da todo lo mismo, yo lo siento. Un beso no significa nada, pero un beso es lo que necesitaba. Hoy es blanco, mañana negro, incluso puede ser azul... ¿Por qué no? Es todo tan triste... Mi mente rechaza todo sólo para quedarse contigo a solas. Busco liberación, busco comprensión, busco algo que tú no tienes, pero aún así... vuelvo a atarme a ti, y eso es como cortarme las alas. Ahora es cuando lo veo un poco más claro. No me quedan dudas sobre mi, pero cuando toca hablar de ti no se ni por donde empezar; me siento tan ridícula pero todo cambia cuando estoy en tus brazos, cuando siento tu piel y noto tu corazón latir. La historia es distinta cuando estoy conmigo a solas: llegan dudas de por qué si, por qué no, por qué tu, por qué ahora... Es todo tiempo malgastado pero debo decir que me gusta perderlo contigo. 
Después de tropezar vuelvo a levantarme, pero de lo que no me doy cuenta es de que cada vez la caída es más honda. ¿Dónde voy a acabar? Usamos el corazón como ermitaño; nos hace daño quien nos quiere, no quien quiere hacernos daño. Sigo en silencio, vuelvo a pensar y lo único que se es que cortar las raíces es derribar el árbol...